jueves, noviembre 23, 2006

IndieTrOnica

Al terminar el siglo 20 no pocos vieron inminente el agotamiento del rock y la electrónica bailable. Algunos incluso predijeron la muerte del techno y la definitiva decadencia del pop, pero al finalizar los noventa llegó una generación de cantautores y músicos con una laptop bajo el brazo y amaneció otro día.

Melodías y voces creadas en una lap top, procesadas digitalmente, con euforias creativas que migraron en ambos sentidos de las fronteras entre el pop-rock y la música electrónica que, aunque suene raro, tiene antecedentes históricos, cuando menos a los años 70-80, cuando las cajas de ritmos y los sintetizadores fueron creados para impactar el mercado popular, al facilitar a los músicos su trabajo, y no depender de una banda para crear y tocar, y casi veinte años después, la nueva ola indietronica da pasos firmes para renovar la escena musical contemporánea.

Con un estudio digital bajo el brazo, no reparan en antiguos códigos y “reglas de oro” del underground o de géneros específicos, y de la manera más inocente han proliferado en los espacios de la cultura INDIE prodigios que señalan un camino claro, desenfadado, sin restricciones formales o sectarias, brincando entre géneros y estilos sin empacho alguno.

Senderos de caminos bifurcados

La “indietronica”, como todos los términos acuñados por periodistas que buscan pasar a la historia bautizando nuevas tendencias, pretende clasificar un movimiento musical también conocido como indie electronic y lap-pop, que básicamente combina las estructuras musicales y parte de la cultura del rock y el pop contemporáneo con técnicas, sonidos y elementos de producción de la música electrónica, particularmente del techno, dub intelligent dance music (idm) y el glitch, que no es otra cosa que el tratamiento musical del ruido y las texturas sonoras. Curiosamente, un elemento frecuente en las producciones, es la voz filtrada por un vocoder -reliquia de la era new wave de principios de los 80.

Las propuestas más frescas y vanguardista provenían de la cultura musical independiente de Inglaterra, Alemania, San Francisco, con la consolidación que llevaron a la consolidación del new wave, techno pop y su variante synth: ¿podría haber algo más indie que el secreto laboratorio Kling Klang de Kraftwerk, algo más pop que “The model”?

La historia de Joy Division-Happy Mondays-New Order, es clásica en este sentido, y sin ella no se entienden mitos posteriores como Stereolab, Mouse On Mars, Stereo Total, que allanaron el camino del subterráneo hasta las masas, mientras de manera paralela se despliega una revolución tecnológica, plataforma en la que hoy se han encontrado la electrónica y el pop-rock.

Acta de nacimiento y padrinos

Camadas de nuevos músicos y productores se juntaron -o separaron- para hacer algo fresco, pero sobre todo abrir la posibilidad de la canción y la letra en la pista de baile, abriéndose paso en las distintas escenas electrónicas, además de picar la dura piedra de la comunidad rockera.

El afán historicista del humano, empeñado en marcar con fechas y nombres la cronología de sus días, ha localizado el origen de la indietronica a finales de los 90, con un álbum, Shrink (1998), y un progenitor: The Notwist, que consolida el concepto en su segundo álbum, Neon golden, en 2002. Sin embargo, es la compilación Indietronica Vol. 1 de Sónar Music la que bautiza oficialmente la tendencia, con una leyenda: "el estilo musical que junta el sonido digital y la actitud del pop". La lista de artistas y las piezas participantes dan una idea de la orientación del movimiento que para estos días ha reventado sus propias fronteras.

Firmas consagradas como Mouse On Mars, Tarwater, Lali Puna, Mum, Donna Regina, junto con proyectos contemporáneos como Nikakoi, Donna Regina, Her Space Holiday, en esta compilación, son sólo las puertas a una infinidad de propuestas.

Las bases de un ritmo 4/4, vocales persuasivas, a veces muy seductoras al oído, letras infalibles aunque sencillas, son algunos de los ingredientes en el disco Neon golden, The Notwist establece varios precedentes, como el acompañamiento casi Fol., con guitarra acústica y un tono de voz sin pretensiones, labrado en un tapiz de ruidos electrónicos, blips, glitches y ritmos digitales.

El éxito entra por el buzón

Aunque hay señalados responsables de esta híbrida escena, es imposible hablar estrictamente de un puñado de creadores, cuando una comunidad entera empuja las fronteras de su hábitat hasta que el diálogo, el intercambio, la fusión, son indispensables. Además de Notwist, con claros orígenes post-punk, otros conocidos personajes del indie cruzaron caminos para dar lugar a fenómenos de gran éxito mediático: The Postal Service, formado por Ben Gibbard, integrante de Death Cab for Cutie, el productor Jimmy Tamborello, de Dntel, Headset y Figurine

Al incluir en varias de las piezas del primer disco, Give Up, las vocales de Jenny Lewis, cantante de Rilo Kiley, y de Jen Wood, un músico de indie rock, se estaba experimentando una de las aventuras más exitosas de la indietronica, con una energía asombrosa, ya que cada integrante forma parte de bandas activas, y se dieron incluso de producir y salir de gira, pero eso no es todo: el tema "Such great heights", ha sido utilizado en numerosos comerciales y trailers de cine además de que el álbum ha sido el más exitoso del sello Sub Pop desde el debut del álbum Bleach, de Nirvana.

Las reacciones en cadena de este tipo de éxitos significan, de entrada, una expansión en los horizontes creativos, ya que la práctica del remix representa un nivel de colaboración entre talentos que no es común en la cultura del pop-rock, fuera del clásico palomazo.

La cantidad de nombres y productos asociados con la indietronica es apabullante, pero no podemos dejar de mencionar nombres como Max Tundra, Architecture in Helsinki, Datarock, Figurine, Hot Chip, Imogen Heap, The Knife, Ratatat, Out Hud, Schneider TM, Lambchop, The Polyphonic Spree, Vive la fête, Feist, y todo un conglomerado de artistas alrededor de los sellos Morr Music de Alemania, y Anticon, de California, EUA, dos muestras muy diferentes con gamas sonoras que va del electropunk al lap top-hip hop. Lali Puna, Mum, Electric President, American Analog Set, Ben Gibbard, Ms. John Soda, Isan, Styrofoam, B. Fleischmann, Tied & Trickled Trio, Populous, Guther, Man’sbestfriend, Christian Kleine, Opiate, Alias, Dosh, Darc Mind, Passage, Pedestrian, Sole, Why? Telephone Jim Jesus, Jel, entre otros, componen esta saga que puede tener una enciclopedia de capítulos.

Es interesante, por ejemplo, la faceta hip hop de esta tendencia, como las nuevas producciones de Bonobo y Apollo 404, con una producción inclinada al slip pero con una profunda sensibilidad hiphopera.

Otro capítulo sin duda se abre en México, donde también se exploran los senderos de la indietronica, varios de ellos en el sello Static de Tijuana, como son Pepito y del netlabel Poni Republic destacan Maniqui Lazer, Yamamoto, y en el sello Nuevos Ricos, Maria Daniela & su Sonido Lasser, donde el sabor local y las tonalidades que van de la melancolía lap-pop a la electrocumbia.

Como se ve, esta efervescente escena “lap-popera” tiene para rato, aunque obviamente la saturación lleva a la indigestión, cuando lo “trónico” se vuelva totalmente pop.